Ayer recordé que en el colegio donde estudié los dos últimos años de mi vida «San Vicente Ferrer» en la Ciudad de Puyo-Pastaza año 2007-2008, había un profesor cuyo apellido era Pacheco (a mi curso nos daba la materia de sociología) y su acoso a las alumnas era un secreto a voces, varias de mis compañeras me contaban que les había tocado las piernas, las nalgas, y que hacía este tipo de «toqueteos» para subirte una nota, se hablaba del tema de una manera tan naturalizada que hoy no puedo creer lo inconscientes que éramos.
A mí personalmente una vez me pidió quedarme al finalizar el horario de clase, ya no había nadie en el colegio, yo estaba sentada, tenía puesta una falda jean, recuerdo que él veía mis piernas con morbo y dijo que si me iba a ayudar con «otra oportunidad» por aquella mala nota que había sacado, pero mientras me lo decía me empezó a tocar las piernas y yo ahí sentada asustada solo recuerdo haber dicho: le agradezco mucho licen y salir del aula confundida. Yo tenía 17 años, no sabía que eso se llamaba ACOSO Y ABUSO. No hablé del tema con nadie, pero aquella vez corroboré que era cierto todo lo que se decía de él. ¿Mi pregunta es: seguirá siendo profesor? ¿Seguirá tocando a sus alumnas?
¿Será que a otras chicas les hizo cosas más graves? Me aterra pensar que las adolescentes que actualmente estudian en ese colegio tengan que enfrentarse al morbo y asquerosidad de ese viejo de mierda.Si sigue siendo profesor se lo debería denunciar y se le debería impedir dar clases de por vida, es un potencial violador y una amenaza para las mujeres.
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Ya me está escribiendo el abogado del «profesor» si me pasa algo a mi o a mi familia ya saben a quien responsabilizar. Igual si algo le pasan a mis cuentas de redes sociales ya saben a quien se puede responsabilizar.En este país se escandalizan más por «dañar» la honra de un «buen profesor» que por las innumerables mujeres acosadas y abusadas.
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Ya van escribiéndome por interno más de 10 chicas contándome su historia con el mismo profesor del colegio Vicentino en la ciudad del Puyo, algunas tienen temor a hablar, otras ya están compartiendo en sus muros. Por favor que haber desmantelado a este abusador sirva para sacar a la luz todos los casos similares que haya. Hablen, no teman, todas aquellas que sufrieron acoso por parte de ese «profesor» difundan sus historias. Así haremos presión para que al fin paren los abusos no solo de este sino de TODOS ESOS PROFESORES ASQUEROSOS ACOSADORES que abundan en Ecuador. ¡NO VAMOS A CALLAR MÁS!!! ¡ESTAMOS HARTAS!!!
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A raíz de contar mi testimonio me empezaron a escribir varias mujeres que también han sido víctimas de acoso en el colegio Vicentino. La mayoría acosadas por el profesor que ya mencioné y están empezando salir nuevos casos a la luz tanto de él como de otros «profesores» acosadores. Sé que llegarán más testimonios, y que esto marcará un gran precedente, recordemos que juntas somos más fuertes. Que este día quede bien grabado en la memoria de Todos los acosadores: NUNCA MÁS VAMOS A CALLAR! Hay muchas mujeres que piden protección de su identidad, ya que aún estudian y temen represalias como que les hagan perder el año. Por favor denunciemos, compartamos y si saben más historias escríbanme para difundir. Mañana las compañeras de Colectiva Sacha Warmi están convocando a un plantón a las 15:00 frente al distrito de educación Pastaza. Se pide aulas sin acoso. Yo no estoy en Puyo no podré acompañar, pero las que puedan por favor VAYAN.
¡Hagamos fuerza!! Compartamos y difundamos sin parar.
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Ayer me dormí tan contenta, con el alma tan llena de fuerza y esperanza. Aún con miedo a las represalias ahora sé que hice las cosas bien. No paran de llegarme mensajes de mujeres graduadas del colegio y adolescentes que aún estudian allí y me dicen cosas como: gracias por tu valentía ahora yo también quiero contar mi historia. Se me van las lágrimas leyendo cada de esas historias de terror, me conmueve infinitamente sentirlas valientes, sentirlas sin miedo, rompiendo al fin su silencio.En verdad no saben lo muchísisisisisimo que me alegra sentir ese respaldo de amigas, estudiantes, compañeras, militantes, abogadas, políticas, chicas del Puyo, de otras ciudades e incluso de otros países. Las historias se repiten una y otra vez. Por eso nos duele y nos da tanta rabia quedarnos calladas. No nos importan sus amenazas, sus comentarios de defensa o justificación al los abusadores. Si las mujeres de nuestra generación ya no pudimos hacer mucho en nuestra época por toda la inconsciencia que teníamos en ese entonces, pues las que vienen, las adolescentes, las niñas no tendrán miedo de denunciar. No van a temer decirle al profesor morboso: NO ME TOQUES, NO ME MIRES ASÍ. NO ME ACOSES!!No sé hasta donde llegue todo este asunto porque de sobra sabemos que la «justicia legal» la mayoría de veces no sirve para un carajo, siempre la justicia es para el que paga o que tiene poder, de lo que si estoy segura es que al haberse difundido tanto esta noticia, la próxima vez que cualquier profesor acosador vaya a pensar hacer algo indebido a alguna alumna va a saber que en el momento menos esperado podrá quedar expuesto publicamente, y así aunque sea por vergüenza dejen de hacerlo, de hecho estoy segurisima que ahora mismo varios están temblando de miedo y con mucha vergüenza en la cara, no solo al profesor que yo expuse sino todos los que siguen apareciendo. Ojalá esos viejos morbosos no puedan ni dormir pensando en que todas nos juntemos y hablemos, esa es nuestra propia forma de hacer justicia. Yo por mi parte tengo la consciencia tranquila, sepan que sé defenderme y que mi numerosa manada de mujeres valientes y compañeros hombres conscientes, me apoyan.Yo ya no vivo en el Puyo hace 6 años, viví 10 años en esa ciudad, es mi segundo hogar y tengo un amor y gratitud infinita a esa tierra así que me alegra muchísimo que a raíz de haber abierto esta caja de pandora ahora las mujeres de allá decidan alzar la voz.JAMÁS VAN A VOLVER A TENER LA COMODIDAD DE NUESTRO SILENCIOSI TOCAN A UNA, RESPONDEMOS TODAS!!#aulasinacoso
Pdta: Si conocen más historias, tienen más testimonios no duden en seguirme escribiendo por interno. No tengan miedo. No están solas. Juntas somos más fuertes. 
