El presidente de la República, Daniel Noboa, decretó un nuevo estado de excepción en Ecuador. La medida, oficializada el sábado 4 de octubre mediante el Decreto Ejecutivo No. 174, se aplicará en 10 provincias y tendrá una vigencia de 60 días.
El estado de excepción es un régimen extraordinario que permite al Gobierno limitar o restringir temporalmente ciertos derechos y libertades constitucionales, con el fin de atender emergencias o situaciones de grave conmoción social. En esta ocasión, la disposición se adopta tras 13 días consecutivos de manifestaciones, algunas de ellas con episodios de violencia.
Las provincias incluidas en la declaratoria son Pichincha, Cotopaxi, Tungurahua, Chimborazo, Bolívar, Cañar, Azuay, Orellana, Sucumbíos y Pastaza. En Chimborazo y Bolívar, particularmente, se han registrado concentraciones constantes de sectores indígenas convocados por la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie).
Durante una de esas reuniones, Marlon Vargas, presidente de la Conaie, advirtió con la posibilidad de una movilización hacia Quito si el Gobierno no atiende sus demandas.
La declaratoria implica la aplicación de medidas de control y seguridad en las zonas señaladas, con el objetivo de preservar el orden público y garantizar la libre circulación de los ciudadanos







