Estos últimos días se ha escuchado demasiados criterios a favor y en contra del gobierno.
¿¿Entonces viene el dilema, a quien creerle?? Pues todas las fuerzas políticas en su momento nos han fallado, nos han mentido y nos han manipulado.
Más allá de aquello, viene la reflexión: Gastar tanto tiempo, energía y dinero en marchas y contrmarchas ¿¿Realmente deja algo positivo??
Quizás sea esta la diferencia entre nosotros y esferas que han alcanzado una mayor evolución, en la que los habitantes cooperan entre si y hacen un solo equipo, mientras que lamentablemente los ecuatorianos, seguimos poniéndonos el pie entre nosotros mismos.
Basta ver la triste forma de expresarse en las redes sociales, donde el lenguaje grotesco llega más debajo del suelo.
La solución a todo esto (aunque suene descabellado) es una palabra que de seguro resulta inesperada como es, el amor. Aunque es increíble, es así.
La política sin amor es completamente destructiva, mientras cuando hay amor, todo es diáfano, conduce al servicio desinteresado para beneficio del pueblo y del prójimo.
¿Cuando despertaremos? Y nos daremos cuenta que el Ecuador es un país hermoso y rico en el que podemos vivir todos felices, participando de los esfuerzos y beneficios equitativamente.
Quisiera soñar en que algún día tomaremos conciencia que tanto la derecha como la izquierda son viejos sistemas de gobierno que han fracasado y que si nos aferramos a ellos, volverán a conducirnos al colapso. En lugar de revolucionar, sería mejor evolucionar.
¿Pero porque nos cuesta tanto? porque hay una barrera que nos impide y es el ego, el deseo de riqueza material y poder sin límite. La evolución humana consiste en la disminución del ego para que crezca amor en el corazón. Esa es la solución a todos los problemas.
Por: Gustavo Tuston