Existen al menos once campamentos en la zona. Un camión cobra hasta 800 dólares por un flete para llevar la balsa a Quevedo donde sería revendida.
Del 26 al 28 de enero, en la comunidad de Numbaimi – Pastaza, el Consejo de Gobierno de la Nacionalidad Achuar del Ecuador (NAE) y representantes de varias comunidades que se asientan en las riberas del río Pastaza, se reunieron para resolver la expulsión de madereros ilegales en su territorio. La tala de balsa se ha incrementado sobre todo en las comunidades Achuar de Iwia y Copataza. Esto ocurre especialmente debido a la apertura de vías y carreteras que sumado al escaso control de las autoridades locales y el Ministerio de Ambiente, permite el ingreso de “balseros” como se autodenominan los madereros al territorio; muchos de ellos provenientes de la costa del Ecuador y también de Colombia.
Su presencia ha cambiado la lógica de relación comunitaria en este territorio, pues a través del uso de métodos violentos los comerciantes tratan de acaparar islas del río Pastaza para la explotación de la madera. Los indígenas denuncian la muerte de una persona en estos enfrentamientos y un caso de abuso sexual a una chica Achuar por parte de los balseros.
En esta asamblea, la NAE decidió: expulsar a los balseros y madereros de su territorio. Que las comunidades que vendieron sus árboles de balsa empiecen a reforestar las zonas afectadas. Exigir estrategias de control sobre la vía Copataza a las autoridades. Implementar a través de los planes de vida de la NAE y el Plan de Desarrollo y Ordenamiento Territorial de la Provincia de Pastaza y la implementación de actividades económicas sostenibles que beneficien a las comunidades.
El Centro Sur de la Amazonía del Ecuador es considerada el área más biodiversa del planeta y los territorios indígenas son los lugares con mayor índice de conservación de la naturaleza. La apertura de carreteras y caminos significa sin duda un reto para las autoridades locales y nacionales, quienes deben tomar responsabilidades para ejercer un debido control frente a este tipo de actividades ilegales, que se hacen viables con los recursos de obras públicas, y tienen un alto impacto en territorios con bosques primarios.
Tomado de Fundación Pachamama.
