Ante el creciente uso de animales silvestres como atractivo en centros turísticos de la provincia, el Ministerio del Ambiente, Agua y Transición Ecológica (MAATE) ha intensificado sus acciones de socialización y control para garantizar que estas prácticas se ajusten a la normativa ambiental vigente.
El objetivo principal de esta intervención es asegurar que la utilización de la biodiversidad en contextos turísticos se realice bajo parámetros legales y técnicos, priorizando la conservación de las especies y el bienestar animal. Según explicó un técnico de la institución, el MAATE otorga permisos para el manejo de fauna silvestre únicamente con fines de conservación, y enmarcados estrictamente dentro de la ley.
No obstante, el aumento en la exhibición de especies nativas en establecimientos turísticos ha motivado a la entidad a reforzar el trabajo con los actores del sector. “Es fundamental que los responsables de estos sitios conozcan los procesos de regulación y comprendan los riesgos asociados a una tenencia inadecuada de fauna silvestre”, indicó el funcionario.
Uno de los temas que genera mayor preocupación es el uso de estos animales como atractivo para los visitantes, promoviendo incluso la interacción directa, una práctica que generalmente no está permitida por la normativa ecuatoriana. Además de vulnerar el bienestar animal, estas acciones representan un riesgo para la salud pública.
El MAATE advierte sobre el peligro de enfermedades zoonóticas, es decir, aquellas que se transmiten de animales a humanos. Se mencionó el caso del consumo de armadillos, conocidos portadores de la bacteria que causa la lepra, como un ejemplo de las consecuencias sanitarias del contacto inadecuado con fauna silvestre. Incluso especies aparentemente inofensivas, como los capibaras, pueden transmitir enfermedades respiratorias o sufrir altos niveles de estrés por el contacto constante con humanos.
En el caso de primates, el contacto frecuente puede provocar comportamientos agresivos vinculados al estrés y la territorialidad. Por ello, el Ministerio insiste en la necesidad de contar con personal capacitado en el manejo y cuidado de fauna, así como con instalaciones apropiadas para su tenencia legal.
Si bien se reconoce que en ciertas comunidades indígenas existe una tradición arraigada de manejo de fauna silvestre para consumo o exhibición, el problema se presenta cuando estas prácticas traspasan los límites comunitarios y se convierten en actividades comerciales sin control.
La normativa ambiental establece requisitos claros para la tenencia legal con fines de exhibición, incluyendo condiciones técnicas, infraestructura adecuada y supervisión profesional. En este contexto, el MAATE ha iniciado un proceso de acercamiento con los centros turísticos de Pastaza para socializar las normas, conocer sus dinámicas y promover un turismo responsable y sostenible.
La institución reiteró su compromiso de trabajar de forma articulada con todos los actores involucrados para proteger la biodiversidad de la Amazonía, garantizar el bienestar de las especies y fomentar prácticas turísticas que respeten el entorno natural.