En el marco de la COP30, que por primera vez se celebra en la Amazonía, líderes de Pueblos Indígenas de Ecuador y Brasil han alzado la voz para denunciar la persistente expansión petrolera en la región y demandar a los Estados parte acciones concretas para una transición real fuera de los combustibles fósiles.
A pesar de las grandes expectativas de que esta cumbre avance hacia el fin de los combustibles fósiles, existe una marcada contradicción entre los discursos de «transición justa» y las políticas que, en paralelo, impulsan la expansión de la frontera petrolera. La «COP de la implementación» no debe permitir «la extracción de una gota más de petróleo».
Doble Discurso en la Amazonía
Los países anfitriones y vecinos de la cuenca amazónica han sido señalados por un «doble discurso» que amplía la brecha entre los compromisos climáticos y las políticas nacionales.
- Ecuador: Aunque el referéndum del Yasuní representó un hito global al demostrar que la ciudadanía puede decidir dejar el petróleo bajo tierra, el incumplimiento del mandato popular dos años después evidencia la falta de voluntad política. Además, el Estado ha abierto dos nuevas subastas, la Ronda Suroriente y Subandina, que abarcan más de 3 millones de hectáreas en la Amazonía centro y sur, afectando directamente a siete nacionalidades indígenas y territorios de Pueblos Indígenas en Aislamiento (PIACI), considerados de altísima vulnerabilidad.
- Luis Canelos, Presidente de la Nacionalidad Kichwa de Pastaza (Pakkiru), lamentó que el Estado ecuatoriano hable de conservación mientras intenta subastar territorios que pueblos milenarios han conservado en un 80%.
- Juan Bay, Presidente de la Nacionalidad Waorani del Ecuador (NAWE), calificó el caso Yasuní como un «referente de la falta de voluntad política» para detener la extracción petrolera en territorios PIACI.
- Brasil: A pesar de afirmar el liderazgo en la agenda climática global, el país impulsa de manera paralela la apertura de nuevos bloques petroleros en la Amazonía, incluyendo el Bloque 59, que amenaza ecosistemas estratégicos y territorios indígenas.
- Luene Karipuna, Coordinadora Ejecutiva de la Articulação dos Povos e Organizações Indígenas do Amapá e Norte do Pará (APOIANP), fue enfática: «Esta no puede ser una COP solo de acuerdos: queremos acciones concretas. No se puede hablar de una transición justa sin los Pueblos Indígenas en el centro del debate».
Demandas Urgentes de los Liderazgos Indígenas
Los líderes indígenas de la Amazonía han presentado demandas concretas y urgentes ante la COP30:
- Declarar la Amazonía como zona de exclusión para todas las actividades extractivas (petróleo, gas y minerales), comenzando urgentemente por los territorios de los PIACI.
- Garantizar la seguridad jurídica y la protección de los territorios indígenas, especialmente los PIACI, como política y acción climática.
- Adoptar mecanismos de financiamiento directo, flexible y culturalmente apropiado para los Pueblos Indígenas y sus organizaciones, sin crear deuda.
- Garantizar la participación y representación plena y efectiva de los Pueblos Indígenas en la gobernanza climática.
Aunque la referencia al respeto de los derechos de los PIACI en el texto de negociación de transición justa fue un avance, la expectativa es que se pase de las palabras a la acción, siendo los Pueblos Indígenas actores clave para la protección de la biodiversidad y la estabilidad climática global.








