Hace 22 años, los doctores Klaus y Martina John, una pareja de médicos misioneros alemanes, llegaron a Curahuasi, en la región de Abancay, con una misión: servir con amor y esperanza. En ese pequeño pueblo andino nació Diospi Suyana, un hospital que, más allá de la medicina, se convirtió en un testimonio de fe y solidaridad. Su nombre en quechua significa: “Dios es nuestra esperanza”.
“Diospi Suyana ha sido una caminata de fe. Empezamos de la nada con la esperanza de que Dios sí puede intervenir en cualquier situación. Hemos visto a Dios en acción”, recuerda el doctor Klaus John, fundador y actual director del hospital. Su historia es prueba de que la fe puede mover montañas… y construir hospitales.
Con apoyo del municipio local y de la Iglesia Católica, que les vendió seis chacras a bajo costo, los esposos John levantaron el hospital con escasos recursos económicos pero con una convicción inquebrantable. Hoy, 280 personas —entre médicos, personal de salud y trabajadores de distintos países— forman parte de esta obra, unidos por una misma fe.
“Queremos atender a cada paciente humilde con el mismo amor y calidad con que se atiende a un millonario”, afirma el doctor Klaus. “Una vez, una mujer muy pobre dijo: ‘Me trataron como si fuera la primera dama’. Esa es nuestra meta: reflejar el amor de Jesús”.
Fe, esfuerzo y milagros
A lo largo del camino, surgieron “ángeles” que extendieron su mano. En 2022, un empresario alemán, conmovido tras escuchar el audiolibro del Dr. Klaus en lugar de su música habitual, se convirtió en puente para conseguir una resonancia magnética donada. Gracias a él, y al respaldo de la empresa Siemens y de destacados científicos alemanes, el hospital recibió el equipo con una garantía de 10 años. Incluso, en noviembre de 2024, fueron invitados al Palacio de Berlín por el presidente de Alemania.
No todo fue sencillo. En los primeros años, enfrentaron serias trabas burocráticas. Tres funcionarios del Instituto Nacional de Cultura exigieron 700 mil dólares para una licencia que les permitiría continuar con la obra. La intervención de Pilar Nores, exprimera dama del Perú, logró anular esa medida y dar vía libre al proyecto.
Hospital con alma
Diospi Suyana cuenta con 16 especialidades médicas, incluyendo cirugía general, ginecología, pediatría, medicina interna y ortopedia. Dispone de un tomógrafo moderno, pronto sumará una resonancia magnética, y posee un amplio departamento de fisioterapia y prótesis. Su área de hospitalización tiene 100 camas, y hasta hoy ha atendido a más de 600 mil pacientes de la región andina.
Pese a no recibir apoyo estatal, el hospital se sostiene gracias a donaciones de empresas, equipos médicos, materiales y la colaboración constante de donantes anónimos de todo el mundo. “Somos una entidad particular, religiosa, donde trabajamos juntos evangélicos y católicos”, señala el Dr. John.
Una familia en misión
Además del hospital, los doctores John enfrentaron el desafío de criar a sus hijos en un país diferente, lejos de las comodidades de Alemania. Martina, pediatra y madre, es el pilar silencioso de esta familia. “Fue difícil. Los niños tenían 9, 7 y 4 años cuando llegamos. Tuvieron una niñez hermosa en la naturaleza de Curahuasi”, cuenta. Más tarde regresaron a Alemania para sus estudios universitarios. Hoy, los tres hijos son médicos o futuros profesores, comprometidos con una vida más allá del materialismo.
La historia de Diospi Suyana no solo habla de medicina, sino de amor, entrega y fe inquebrantable. Un hospital de Dios en los Andes peruanos, donde la esperanza tiene nombre, rostro y corazón.
Fuente: Perú 21