Este texto de la Biblia, tomado de 2 Corintios 4:18, nos invita a reflexionar sobre la importancia de los valores espirituales. El autor, Pablo, nos recuerda que lo que vemos con nuestros ojos es temporal y pasajero, mientras que lo que no vemos es eterno.
Esta distinción es importante porque nos ayuda a centrarnos en lo que realmente importa en la vida. Si solo nos preocupamos por las cosas materiales y temporales, nos perderemos de lo que realmente tiene valor.
Por ejemplo, podemos estar obsesionados con la apariencia física, pero eso no durará. Nuestra belleza física se desvanecerá con el tiempo. Sin embargo, si cultivamos el carácter, la sabiduría y el amor, estos valores nos durarán toda la vida.
Del mismo modo, podemos estar preocupados por el éxito material, pero eso tampoco es eterno. El éxito material puede perderse en un instante. Sin embargo, si buscamos el éxito espiritual, ese éxito nos durará para siempre.
Por lo tanto, debemos centrarnos en los valores espirituales, que son los que realmente importan. Estos valores son los que nos darán una vida plena y significativa, tanto en esta vida como en la venidera.
Algunas ideas específicas sobre cómo poner en práctica este texto en nuestra vida diaria incluyen:
- Concentrarnos en el desarrollo de nuestro carácter y valores espirituales. Podemos hacer esto a través de la oración, el estudio de la Biblia, la meditación y la participación en actividades espirituales.
- Ser compasivos y serviciales con los demás. Podemos mostrar nuestro amor a Dios amando a los demás.
- Perdonar a los demás. El perdón es un acto de amor que nos libera del rencor y el odio.
- Ser agradecidos por las cosas que tenemos. La gratitud nos ayuda a apreciar las cosas buenas de la vida.
Si ponemos en práctica estos valores en nuestra vida, estaremos viviendo de acuerdo con la voluntad de Dios.